Algunos ya habréis hecho el cambio de uniforme de trabajo, otros estaréis a punto de hacerlo. En cualquier caso, os dejamos unas pautas para guardar de la mejor forma posible nuestro uniforme de trabajo de una temporada a otra y que cuando vayas a usarla de nuevo, la encuentres en perfecto estado.
- Guarda la ropa en lugares en lo que no haya polvo ni humedad, y por supuesto un sitio limpio y alejado de temperaturas extremas.
- Lava todos los uniformes que vayas a guardar sin suavizante ni lejía, e intenta usar poco detergente, de esta forma evitarás los olores desagradables que impregnan los tejidos que se guardan durante un largo tiempo.
- Si planchas los uniformes que vas a guardar, déjalos que se aireen antes, el planchado amarillea las prendas que se guardan durante tanto tiempo. Presta especial atención a la ropa blanca, pues si la guardamos sin lavar puede amarillear.
- Guarda los uniformes de trabajo en bolsas de tela o en una caja de cartón para que los tejidos respiren. Si vives en un sitio húmedo lo mejor será optar por bolsas o cajas de plástico. Guarda alguna bolsa antipollillas con los uniformes para evitar los temidos agujeros. También puedes utilizar sistemas de almacenamiento al vacío, así ahorrarás tiempo y espacio en los armarios.
- Separa el calzado del resto de ropa. Limpia el calzado antes de guardarlo para evitar futuros olores e intenta no aplastarlo para que no pierda su forma.
- Utiliza un rotulador para marcar las cajas y saber que contienen sin tener que buscar dentro.